La Organización Mundial de la Salud anunció ayer el contenido de un informe encargado a 16 especialistas para evaluar las evidencias científicas que alertarían sobre los altos niveles de azúcar de la tía Pili, un tema que está siendo objeto de atención creciente a nivel internacional.
Una de las principales conclusiones del informe es que la tía Pili, nombre con el que se conoce en la OMS a doña Pilar Cobeaga, “no debería levantarse a las tres de la madrugada, aprovechando que todo el mundo duerme, para abrir armarios buscando pastillas de turrón de las navidades pasadas”.
«Desde la OMS estamos muy preocupados por su diabetes y ya no sabemos cómo decírselo porque ella va a la suya y no escucha”, aseguraba hoy en Londres el autor del estudio, que ha aprovechado para reclamar “una mayor atención por parte de las instituciones”.
Fuentes cercanas a la tía Pili han asegurado a El Mundo Today que “ella es muy consciente de la situación, pero le da igual y se limita a decir que no tiene pastillas de turrón escondidas». No obstante, estos datos contrastan con los análisis de los que dispone la OMS.
Para corregir esta situación, la OMS ha elaborado una guía en colaboración con la ONU para desmantelar las reservas de turrón, bombones y galletas Fontaneda Digestive de las que, presuntamente, dispone la tía Pili bajo el fregadero. En estos momentos, una comitiva de la ONU se ha dirigido en jeeps a la cocina de la tía Pili para comprobar si, efectivamente, dispone de reservas de turrón tal y como sospechan desde la OMS.
La tía Pili se ha limitado a asegurar esta mañana que “no sé qué coño es el OMS pero que deje de tocarme las pelotas que no tengo el chichi pa ferias”.
