Demostrando que los grandes simios son capaces de adoptar comportamientos hasta hace poco reservados solo a los hombres, un grupo de científicos del Massachussets Institute of Technology ha podido enseñar a un gorila a llorar desconsoladamente en las bodas e incluso a criticar «el culazo que se le ha quedado a la madre de la novia».
«Hasta ahora, el único animal que lloraba en las bodas al presenciar la belleza de la novia y lo mucho que había crecido ésta era el hombre. Que los gorilas también sean capaces de emocionarse ante el acto supremo de amor entre dos seres humanos implica que quizá no somos tan especiales como creíamos», explica James Hendricks, director del equipo científico que ha enseñado al gorila Bananotto a expresar con lágrimas la alegría que supone ver a dos personas contrayendo matrimonio y prometiéndose amor eterno.
El equipo de científicos empezó adiestrando a Bananotto para que expresara ideas básicas como «mira qué bronceado artificial lleva la familia del novio» o para que se hiciera con todos los canapés antes que ningún otro miembro de la manada.
«Finalmente hemos conseguido que rompa en lágrimas cuando los novios se ponen los anillos y también con el baile nupcial», explica Hendricks.
Ahora mismo, Bananotto es tan hábil en una boda que es capaz de cortarle la corbata al novio sin ahogarlo y decir, en lenguaje de signos, «madre mía, qué guapa y delgada está la novia, debe de llevar seis meses alimentándose solo de laxantes».
Con la intención de seguir inculcando a grandes simios comportamientos reservados hasta ahora a los humanos, el equipo de Hendricks está adiestrando a toda una manada de gorilas para que celebren cenas de empresa en las que todo el mundo se emborrache y fornique salvajemente para sentirse terribles al día siguiente. «Estamos trabajando con el jefe de lomo plateado con el fin de que trate de manera amigable a otros machos durante las cenas de empresa para, al otro dia, volver a exigirles el respeto de siempre devorándoles la cara», ha detallado el científico.