Sudoroso y desorientado pero con la ilusión de siempre, Papá Noel ha sido visto hoy en varios puntos de la geografía española repartiendo regalos fuera de temporada y felicitando la Navidad a todo el mundo.
Confunde los nombres de los niños
«Estábamos haciendo una barbacoa en el jardín y el hombre se ha subido a la chimenea. Hemos tenido que bajarlo a manguerazos», explica un padre de familia alicantino, triste al comprobar que Papá Noel confundía el nombre de sus hijos. «Está gagá», insiste.
A lo largo de la mañana, Santa Claus ha ido repartiendo cocos y bebidas por la costa española acompañado de sus renos, que han sufrido varios desmayos a causa del calor y han hecho sus necesidades en la arena, incomodando a los bañistas.
«Ha abrazado a mi hijo y lo ha dejado empapado en sudor. Luego se ha puesto a orinar en el agua. Mi niño ya no cree en la magia», se quejaba una madre.
Poco después, el anciano ha irrumpido en la autopista AP-2 a la altura de Zaragoza arrojando caramelos a los coches y poniendo en peligro su vida y la de los demás.
Las autoridades lo han detenido este mediodía en la zona de Velluters, en Valencia, donde intentaba convencer a unas prostitutas para que se sentaran en su regazo.