Llevándose una y otra vez las manos a los ojos para comprobar que, efectivamente, un líquido transparente y similar al agua estaba brotando de ellos, la canciller alemana Angela Merkel ha notado que su cuerpo reaccionaba de una manera totalmente novedosa para ella ante una desgarradora historia sobre desempleo y desamparo económico, según han informado fuentes cercanas al Parlamento Alemán.
El suceso ha tenido lugar a las once de la mañana en Berlín durante una reunión de miembros del gobierno alemán con diversas ONG europeas, que han expuesto algunos datos sobre desempleo y pobreza en el sur de Europa.
En ese momento, y mientras Merkel escuchaba una historia sobre una familia con todos sus miembros en el paro, el cuerpo de la mandataria ha empezado a reaccionar con extrañas manifestaciones físicas tales como una especie de hipo y el mencionado líquido transparente, absolutamente desconocido para la alemana hasta esta mañana.
“No sé qué me pasa”, ha declarado la canciller, contrariada y mirando a los presentes buscando respuestas. “Está como salado”, ha añadido tras llevarse el misterioso líquido a la boca, según los testigos. La política alemana ha llegado a acercar su mano a los demás para que lo probaran también.
“No sé si esto”, ha dicho señalándose a los ojos, “tiene algo que ver con el hecho de que pienso en esa pobre gente y me entra una presión rara en el estómago… quizá es hambre, pero es hambre como de sentimientos o algo así”.
“Sí, como… como pena o algo así, sentimientos”, ha insistido.
“No sé qué me pasa”, ha admitido una y otra vez la canciller alemana, elegida por séptima vez como la mujer más poderosa del mundo por la revista Forbes. Posteriormente, según las mismas fuentes, se ha encerrado en el baño tras gritar “me tengo que ir”.