Un equipo de científicos de la Universidad de California y del Instituto de Tecnología de Israel han identificado áreas específicas del cerebro humano asociadas al «perreo», el famoso baile de origen dominicano que reproduce los movimientos del coito. Mediante experimentos con mamasitas bailongas monitorizadas, se detectó gran actividad en una región del lóbulo temporal coincidiendo con las fases del «vamos mami vamos a jugar al goloso sube y baja yo te lo roso coge coge coge coge», revelando un código basado en la actividad de pequeños grupos neuronales vinculados a lo sabrosón.
Es el descubrimiento neurológico más sabrosón de los últimos tiempos
«Ahora se ha visto que el ‘perreo’ y el ‘reggaeton’ son rasgos evolutivos que influyen en los procesos neuronales, propios de una especie que lo sabe gosar y lo sabe bailar», explica Isaac Mendes, profesor de neurocirugía de UCLA. El experto asegura que el acto de «perrear» activa zonas del cerebro «tan importantes como las que dedicamos al pensamiento», y sugiere que se podría hablar «de una inteligencia sabrosona con una importancia clave en las estrategias de seducción que permiten la perpetuación de la especie».
Una alteración neuronal explica el éxito de Melendi
Otro hallazgo del estudio de la Universidad de California es capaz de explicar el éxito del artista asturiano Melendi. La buena acogida de su música se explicaría por procesos neurodegenerativos que tienen lugar en el sistema nervioso central. «Los fans del cantante tienen neuronas picnóticas que aparecen fuertemente teñidas en las preparaciones histológicas y presentan alteraciones no solo estructurales sino también ultraestructurales», agrega Isaac Mendes.
