Sony ha decidido plantar cara a su rival Nintendo diseñando una consola de videojuegos pensada para el público infantil y con un catálogo que incluye únicamente juegos educativos o de agilidad mental. El nombre del dispositivo, PlayStation Loser, indica claramente que se trata de «una consola para perdedores, para esos niños que desprecian a los demás y basan su autoestima en el rendimiento escolar. Los repipis, los repelentes, los resabiados. Ellos también tienen derecho a jugar sin darse cuenta de que están jugando. Y sus padres, personas insulsas con sangre de horchata que querrían aislar a sus retoños de la sociedad porque creen que sus hijos son mejores que el resto, podrán estar tranquilos porque en la PlayStation Loser solo se cultivará el intelecto del jugador, al que se tratará siempre de usted», explica la compañía en una nota de prensa.
La consola incluirá el juego «L’Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers 3D», que ya marca la línea editorial del catálogo. «Póngase en la piel de Denis Diderot, revisite usted una de las más grandes obras del siglo XVIII, L’Encyclopédie, y tome partido por el desarrollo de la instrucción, la igualdad, el derecho natural, la lucha contra la Inquisición y el esclavismo en alta definición», reza la publicidad del juego.
Aunque la consola no incluye conexión a Internet «porque esos niños buscan el aislamiento, la soledad, la introspección y todas esas polladas», será ligeramente más cara que la futura PlayStation 4 «porque se dirige a clientes que buscan siempre algo ligeramente mejor que lo de los demás». Sí cuenta con una pequeña cámara a modo de accesorio «que permitirá a los niños poner cara de desprecio y verse luego en el televisor en alta definición». Tampoco se descarta habilitar en un futuro una aplicación para que todos los jugadores «losers» puedan comparar sus notas del colegio en un ranking mundial.
«Creo que es una noticia excelente no solo para el ámbito del ocio infantil y juvenil sino también para el desarrollo mismo de la cultura en su prometedor vínculo con lo tecnológico, teniendo en cuenta que las sinergias entre estos dos ámbitos han sido hasta el momento -y salvo peregrinas propuestas artísticas conceptualmente endebles, a mi modo de ver- más bien ocasionales y a todas luces irrelevantes desde un enfoque ilustrado. Habrá que ver lo que da de sí semejante artilugio y espero que no se caiga en la mera veneración del artificio o de la pirotecnia visual, ahondando en los valores, las aptitudes y el potencial del ser humano y su innegable capacidad para el ejercicio de la lógica y el desarrollo de la cultura y las artes. De todos modos, quiero ser prudente y no mostrar excesivo entusiasmo ‘avant la lettre'», ha declarado Alvarito Bosch, estudiante de tercero de Primaria en el Centro Escolar Fumanchú de Móstoles (Madrid).
