La mítica gatita blanca de la compañía japonesa Sanrio, Hello Kitty, ha entrado en periodo de celo tras años mostrándose más bien inexpresiva y serena. Pese a haber sido diseñada sin boca «y sin otro tipo de orificios para evitar precisamente este problema», los responsables de la compañía no han podido burlar el instinto felino de este icono de la infancia, que ahora se pasea «con aires de buscona» frotándose con el culo en pompa contra cualquier cosa que se mueva.
El celo de Hello Kitty ha arruinado su imagen pública y las ventas de ropa infantil, estuches o biberones con la cara de la gatita han caído estrepitosamente. No así la ropa interior, que se ha revalorizado entre el público adulto. «Tiene sentido. Muchas de las chicas que crecieron con Hello Kitty hace tres décadas se han convertido también en unas guarras. Paris Hilton, Britney Spears o Christina Aguilera son claros ejemplos», explican desde la firma japonesa.
El reto de la marca es redefinir a Hello Kitty para que la gata siga siendo rentable. «Podría convertirse en la nueva Carry Bradshaw. Elegante pero atrevida, con estilo pero un poco puta en las distancias cortas», propone un responsable del departamento de marketing. «Tenemos que descubrir si su celo es de los que llevan a una mujer a decir directamente ‘cómeme el coño’ o bien ‘conozco un restaurante muy chic’. Son estilos de cortejo muy distintos, por mucho que el objetivo sea el mismo», insiste el experto. Dependiendo de estos matices, la gata podría bautizarse de nuevo como «Wala Kitty» o «Ma Chérie Kitty».
Tanto las protectoras de animales como las asociaciones feministas han criticado el enfoque que se le está dando al periodo de celo de Hello Kitty. Dolores Parmalat, de la protectora de animales PETA, asegura que «esto es una campaña a favor de la zoofilia». Los sectores feministas consideran que la gata «no está en celo, solo quiere escapar del dominio del patriarcado». Ajena a estas consideraciones, la empresa japonesa está pensando en abrir una cadena de sex shops con la imagen de la gata.
