Los responsables del grupo Pachá han decidido conmemorar el 25 aniversario de la muerte del escritor argentino Jorge Luis Borges organizando un macrobotellón en su honor. Como el autor murió en Ginebra, todas las discotecas Pachá del país regalarán botellas de Beefeater 24 a los 10 primeros clientes que sepan explicar en un texto de 2.300 caracteres la influencia del autor sobre Michel Foucault. «Estas botellas suelen valer unos 25 euros en el mercado, pero las aportaciones de Borges a la filosofía contemporánea no tienen precio», explica el portavoz de Pachá Milukki Fichara.
El macrobotellón congregará el próximo viernes a cientos de fanáticos del baile y de la obra de Borges y la Policía prepara un gran despliegue de efectivos para evitar altercados y foros de lectura ilegales. «Borges decía que la música es una misteriosa forma del tiempo. Vamos a pasar ese tiempo moviendo el bullate y compartiendo el rico imaginario de su literatura con las chatis bailando a muerte, que la muerte es una vida vivida y la vida es una muerte que viene», explica un joven lector y DJ amateur.
«La ceguera de Borges no le impidió disfrutar a saco de lo suyo. Cuando vas ciego notas mucho más los estímulos, en el fondo todo es más intenso. Y te enrollas con quien te enrollas sin ‘emparanoiarte’, que de eso se trata», declara otra chica que ya ha conseguido sus entradas para el evento, en el que sonarán los grandes éxitos musicales de este año con la voz del autor recitando algunos de sus poemas.
Borges también era muy «bailongo»
El teórico de la literatura Emilio Paradiñas Vocero admite que el autor de «El Aleph» era aficionado «a mover las caderas frente a un espejo de su escritorio, incluso cuando su ceguera ya significaba un serio impedimento». De hecho, se dice que el título original de «El Aleph» era «Alehop», en referencia a la importancia del baile. Su relato «El milagro secreto» constituye, según Paradiñas, «la prueba definitiva e irrevocable de que para Borges la falta de movimiento en un solo hombre podía paralizar al mundo entero». Tomando esta tesis como punto de partida, los responsables de Pachá esperan «petarlo a saco». Según Milukki Fichara, «basta con que se vengan los casi 40 mil fans que tiene el escritor en Facebook para que la fiesta sea sonada».