«Tanto el hambre como la peste han sido erradicados», aseguraba el portavoz, que ante la disconformidad de algunos de los asistentes con esa afirmación añadía que «a los pueblos salvajes que todavía padecen esas miserias no se les puede considerar humanos».
En cuanto a la guerra, monseñor Lombardi manifestaba que «ha dejado de ser un problema para convertirse en una solución» además de “un bonito espectáculo”, aunque aseguraba que los beneficios que proporciona en la actualidad no obedecen tanto a razones estéticas como prácticas: «Cómo íbamos si no a deshacernos de la escoria».
Para la elección de los Cuatro nuevos Jinetes ha sido necesaria la convocatoria de un cónclave en el que han participado los ciento veintiún miembros del Colegio Cardenalicio. Una elección en la que, según el portavoz vaticano, ha habido un alto grado de consenso. El paro, el terrorismo y el aborto han resultado elegidos en primera votación por amplia mayoría mientras que para la designación de Salvador Sostres como Cuarto Jinete se hicieron necesarias dos nuevas rondas: una primera en la que la preselección de candidatos quedó reducida a una terna que, junto a Sostres, incluía a Adolf Hitler y Natalia Verbeke, y una segunda en la que finalmente resultó elegido el columnista del diario “El Mundo” con un 44 por ciento de los votos, frente al 42 por ciento de Verbeke y un exiguo 14 por ciento para Hitler.
Los Cuatrocientos Jinetes del Apocalipsis
La intención de Benedicto XVI es que en 2018 el número de jinetes del Apocalipsis haya alcanzado el centenar. «Antes de finales de año incluiremos cuatro más: la corrupción, la eutanasia, el SIDA y el reggaeton», aseguraba Lombardi. «Queremos alertar a los fieles de las amenazas que les rodean y para eso es indispensable organizar un ejército invencible, un ‘dream team’ de las calamidades. En otras palabras: estamos sedientos de Apocalipsis».