Después de reunirse con algunos de sus compañeros, Ginés comprobó que todos se encontraban bien. «A todos nos habían administrado analgésicos e incluso a la Engracia la durmieron y le sacaron un riñón», comenta Andrés, de 68 años. «Le sacaron un riñón para transplantarle otro nuevo. Imagino que alguno de los chavales de la discoteca le dio el suyo. No sé qué pretenden estos jóvenes con comportamientos así».
Los responsables de poner Gelocatil en la bebida de los ancianos alegan que lo hicieron porque éstos no dejaban de quejarse del dolor de cabeza que les provocaba la música del local. Defienden asimismo que no hicieron nada ilegal.