Mariana decidió sacar participaciones de su estofado porque cocinó una cantidad excesiva de comida que no podía ser asumida por su familia. «Y cuando un proyecto financiero crece más de lo necesario provoca unos desequilibrios internos que pueden conducir a la quiebra y a que el estofado se estropee», explica. «Así que recurrí a la bolsa, que es como se hacen bien las cosas».
Plan de expansión.
A pesar de las dificultades que ha planteado el mercado y del entorno general de desconfianza provocado por la crisis, el plan financiero de Mariana puede acabar convenciendo a inversores internacionales. «Ello supone una importante muestra de confianza en nuestro ambicioso plan de crecimiento. Y, además, a los guiris les chifla todo lo que sea comida de cuchara», insiste Mariana.