Pilarín decidió alquilar el Bernabéu porque la equipación del Real Madrid era compatible con su deseo de casarse vestida de blanco, como manda la tradición. «Juan no se lo tomó muy bien al principio porque es colchonero, pero ya le dije que, si no le gustaba, haberse puesto el condón en su día», explica la novia.
Al final de la ceremonia, aparecieron en el estadio algunos jugadores del Real Madrid y Pilarín tuvo la oportunidad de charlar con ellos e incluso pidió que le enseñaran los vestuarios. «Ella es así. Cuando acaba un partido ya está pensando en el siguiente», confiesa su marido. Los familiares de la pareja se declararon encantados tras el casamiento aunque la madre de Juan admite que hubiera preferido «una boda de altura, por ejemplo en la terraza de un ático».