Antonio B. fue acusado ayer por la noche de violar a una mujer y, mientras era conducido a comisaría, pidió que le dejaran parar en un fotomatón «para que podáis renovarme el carné, que lo llevo caducado desde hace la tira». Al parecer, el detenido no había pisado un centro policial desde hacía seis meses «y en aquella ocasión estaba herido de bala en un brazo, así que pasé de hacer aquello de la huella porque me temblaba todo». Esta vez, sin embargo, reconoce que no tenía excusa: «Si es que tiene razón mi madre, o me ponen entre la espada y la pared o no doy el paso», sentencia Antonio.
La decisión de renovar el carné podría ser utilizada como atenuante en el juicio por violación. Consciente de esa posibilidad, el acusado tardó más de veinte minutos en obtener las fotografías porque las hizo repetir hasta aparecer «con cara de buena persona».
El comisario Walter Cariño, que atendió al acusado y supervisó el proceso de renovación del documento, no duda en felicitar al presunto violador porque, en sus propias palabras, «el DNI electrónico le proporcionará a Antonio el máximo grado de confidencialidad y seguridad en Internet. Además podrá realizar gestiones telemáticamente».
Las autoridades policiales han podido saber que Violeta Ramos Sanchís, la mujer que supuestamente fue agredida sexualmente por el acusado, tiene el pasaporte caducado y no ha actualizado sus datos personales en el Padrón municipal de habitantes. «Esto es un problema porque dice que la violaron frente a su casa, y a mí me consta que su casa está en Bilbao. Antonio siempre viola en Madrid centro, así que de entrada, ciñéndonos a los documentos oficiales y en regla, la cosa no cuadra», aclara el comisario.
