La moda ha sido rápidamente importada de otros países (los altos ejecutivos viajan por todo el mundo y es lógico que se traigan a España lo que es «chic» en Nueva York, Tokyo y el resto de capitales de las finanzas). «Ahora ya no es suficiente con sacar el iPhone en una cena de negocios para que parezca que estás a la última, ahora cuando la petas es cuando dices ‘la renta me ha salido a devolver’ o quedas para ir a las delegaciones de Hacienda a pedir información, porque todo esto es muy nuevo para muchos», comenta un importante banquero español.
Sin embargo, no todos están dispuestos a dejar de lado las tradiciones por lo que consideran que es una frivolidad que no aguantará dos temporadas. «Esto es una moda y, como todo, viene y se va. Así que yo voy a seguir haciendo lo mío hasta que vuelva a estar bien vista la evasión fiscal. No tardará mucho, creo», sentencia un veterano ejecutivo de una empresa de telecomunicaciones. «Hay dos cosas a las que los ejecutivos siempre vuelven con los años. La primera es el calcetín ejecutivo. Y la segunda son los bancos suizos».