Según ha explicado Giménez durante casi tres horas, el eslogan «lo bueno sale bien» fue fruto de una etapa en la que vivía «cegado por el amor y la tontería». Fue durante ese período también en el que se dio el visto bueno a la figura de Rodolfo Langostino, una gamba langostinera con aires de seductor latino. «¿Por qué Rodolfo Langostino está tan contento? Cuando se dé cuenta de que con tanta pesca estamos a punto de extinguir su especie no se reirá tanto. Voy a pedir a los publicistas que a partir de ahora Rodolfo sea un personaje taciturno y amargado y alcohólico. Y que deje de ser argentino por Dios… Odio esa alegría tan estúpida de los argentinos» ha concluido chillando. Luego, miembros de su propia factoría lo han acompañado a casa.
Pescanova reconoce que lo bueno a veces puede salir mal
Rodolfo Langostino cae en una depresión

Apúntate a nuestro boletín semanal gratuito para recibir una selección de los titulares más significativos de la semana.