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Realizan con éxito el primer tacto rectal con público

LA DETECCIÓN DE UN FECALOMA LEVANTÓ OVACIONES

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Ayer por la tarde tuvo lugar en el Hospital Clínic de Barcelona la primera palpación digital del esfínter anal con presencia de público, compuesto mayormente por amigos y familiares del paciente explorado pero también de algún curioso que había acudido al ver anunciado el acontecimiento en el periódico.

El doctor Romera, experto en tracto digestivo, llevaba semanas ensayando para que todo saliera perfecto: «Un tacto rectal es el abecé de un digestólogo, hasta un niño podría introducir su dedo en el ano de una persona. El reto es actuar con profesionalidad cuando tienes a un señor mayor en posición genu-pectoral y a sus hijos y nietos observando y esperando que alguien la cague», explica el especialista.

Antonio Marín, el paciente explorado, hizo gala en todo momento de una gran valentía y supo enfrentarse al desafío dignamente: «No puedes entrar de culo, tienes que dejar que todo fluya y no hacer un drama de ello», reconoce Marín. La actuación levantó aplausos, especialmente cuando el doctor anunció la presencia de un fecaloma que podría haber provocado una apendicitis aguda. «No sabíamos a qué enemigo se enfrentaban hasta que dimos con ese pedazo de coprolito», explica uno de los espectadores, que asegura que «ha sido como ver el CSI pero en vivo».

La experiencia forma parte de una fase piloto destinada a acercar la medicina a la población y «acabar con ese secretismo que impregna a veces nuestra profesión, en la que dejamos a un lado a las familias de los pacientes y no permitimos que estén allí apoyando y siguiendo la evolución sobre el terreno», asegura Romera. Dado el éxito del experimento, el centro hospitalario planea seguir con más exploraciones con público. «Hay muchos ginecólogos con lista de espera y también muchos pacientes con ganas de enseñar sus pupas a la gente», insiste el doctor.

Antonio Marín asegura que repetiría la experiencia «en otras posiciones y ante unos amigos de Mataró que hoy no han podido venir. Me depilé el ano expresamente para esto y la función se me ha hecho muy corta», se lamenta.

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