El fuerte viento que azota estos días numerosas regiones de España -especialmente Andalucía y Castilla-La Mancha- está provocando molestias en la comunidad de nudistas del país, que no sale a la calle por miedo a que la ventisca genere un vaivén descontrolado en los genitales de los varones que los exhiben por militancia.
«He salido un momento a tirar la basura liofilizada al contenedor biológico y la corriente me ha agitado toda la mandanga como si fuera una coctelera», explica uno de los nudistas afectados por el temporal.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha recomendado la activación de la alerta genital porque prevé que en algunos puntos del litoral mediterráneo se alcancen rachas de hasta 90 kilómetros por hora. «Envites tan potentes podrían llegar a provocar desgarros y, en el peor de los casos, los testículos más generosos podrían desprenderse e ir a parar al rostro de un bebé» advierte Ángel Rivera, portavoz de la Aemet, quien recomienda a los padres que cubran los carritos de sus hijos «con algún material en el que pueda rebotar un testículo, como por ejemplo el plástico ese del que están hechos los ligamentos de las raquetas de tenis».
No sólo los varones nudistas son víctimas potenciales del temporal. Esta misma mañana, una anciana de sesenta y dos años ha perdido el conocimiento en León cuando la ventisca ha levantado su pecho izquierdo bruscamente haciendo que le golpeara fuertemente la cara. «Siento lo que le ha pasado pero espero que así escarmiente. Llevamos ya cinco años apartando la mirada cuando a la señora le da por pasear desnuda por la calle, con todas las mamellas esas que tiene. Deberían cortar las calles cada vez que sale a por el pan», se queja una vecina de la localidad.
Dentro de la desgracia, Ángel Rivera reconoce que la presencia de nudistas ayuda a los meteorólogos a determinar la dirección del viento. «Hoy mismo he comprobado que en Logroño es de componente norte al ver la inclinación del pene de don Gerardo, que ha salido a tender la ropa como dios le trajo al mundo», asegura.
