Según varios testigos, Felipe Torrent, el hombre al que le han servido una tapa de regalo, ha intentado devolver el plato de queso al camarero pensando que se trataba de un error, ya que él sólo había pedido una copa de vino. «Matías, el camarero, le ha dicho que era regalo de la casa. Y el hombre ha dado dos sorbos al vino y se ha quedado mirando el plato con desconfianza. Luego ha ido a coger un trozo y lo ha vuelto a dejar», explica una clienta habitual del bar. «Le ha preguntado a Matías si realmente iba a cobrárselo luego, porque entonces no lo quería. Ha insistido en que, si hubiera querido queso, lo habría pedido».
Las preguntas de Felipe al camarero iban ganando en complejidad: «¿Está caducado el queso? ¿Y qué pasa si yo ahora no me bebo el vino pero me como el queso? ¿Si le llego a pedir queso me hubiera regalado el vino? ¿Por qué queso? ¿Es una promoción o algo? Porque luego no pienso comprarlo» iba preguntando Felipe, cada vez más nervioso. Luego se ha puesto a chillar «¿Qué se trama aquí? ¿A qué se está jugando?» y ha sido entonces cuando ha llamado a la Policía.
«A mí no me la dan», explica Felipe por teléfono. «No me fío de los que dan duros a cuatro pesetas porque siempre traman algo. No me gusta deber favores a nadie. ¿Quién me asegura que si me como el queso, que era presuntamente gratis, luego no va a venir el camarero pidiendo que le devuelva el favor y queriendo que asesine a alguien?».
La Policía ha clausurado el bar hasta que se aclare la situación. Matías, el camarero, aún está siendo interrogado por las fuerzas del orden.