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Una caja negra revela que el avión no se estrelló

“Yo ya decía que no me había muerto”, recuerda uno de los pasajeros

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En los anales de la aviación mundial no existe un precedente como lo sucedido con el vuelo EV6043 de la compañía eslovaca Eslvoair con destino a Trípoli, que desapareció mientras sobrevolaba el mar Adriático un 7 de marzo de un no tan lejano 1997. Ahora, unos pescadores albaneses han localizado en el vientre de un atún la caja negra del aparato, un McDonnell Douglas DC6, modelo que desde hace años ya no vuela en ninguna compañía; sin contar las africanas, claro.

Especialistas de la Agencia Internacional de Aviación Comercial (AIAC) han analizado los registros de la caja negra y han llegado a la conclusión de que el vuelo EV6043 no se estrelló nunca. “La lectura de los parámetros de vuelo revela que éstos son totalmente correctos y en las conversaciones de los pilotos no se percibe la más mínima señal de alarma. El avión no cayó al mar, el avión aterrizó normalmente en el aeropuerto de Trípoli”, ha declarado un portavoz oficial de la agencia. El descubrimiento ha permitido conocer que toda la información sobre el accidente fue un error y que las 212 víctimas mortales no lo fueron realmente.

“Cuando llegué de mi viaje a Libia quedé alucinado, en mi casa todo el mundo decía que yo había muerto” recuerda Gerardo Rosales, el único español que viajaba en el fatídico vuelo. “Yo decía que no, que no me había muerto, que estaba vivo, pero mi mujer insistía en que era un impostor, que sólo pretendía aprovechar la desgracia de una familia honrada para tirarme a una viuda” recuerda Rosales. “Hablé con mi madre y con mi hermano, pero tampoco me creyeron. Mi madre me dijo que era un fantasma, que lo mismo le había pasado cuando murió el abuelo Jacinto, y mi hermano me sacó una foto para enviarla a una revista de parapsicología”.

Ahora, finalmente con la certificación oficial de la AIAC en la mano, Gerardo puede regresar a su casa y demostrar a su mujer e hijas que es una persona viva. “Es algo que me hace mucha ilusión”, concluye.

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