Un caso similar al de Carlota se dio en Murcia hace años, en este caso en una señora mayor. Angela Puertas empezó a chasquear la lengua conforme ganaba años. Al principio nadie le dio importancia pero progresivamente su cara quedó convertida en una mueca de disgusto. «Yo ya veía que su carácter se iba agriando conforme la boca se le retorcía. Nadie quiso curarle aquél tic y tú veías que lo hacía sin querer, porque siempre ponía aquella cara como de parecerle todo mal. Le explicabas cualquier cosa y chasqueaba la lengua. Murió sola. Sólo pido que se investiguen más estos casos», explica su hermana.
Se encoge de hombros pero el resto del cuerpo permanece igual
PODRÍA TRATARSE DE UNA DISFUNCIÓN NEUROLÓGICA

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