Las tres mellizas más queridas de los niños ya son sólo dos. Ana, la más romántica y sensible de las tres, falleció la noche de ayer en la Ciudad Condal después de luchar largamente contra una enfermedad que finalmente pudo con su vida. Helena y Teresa, las otras dos mellizas, están desoladas, si bien agradecen el apoyo unánime que han recibido de toda la comunidad animada. Las muestras de cariño más significativas han sido sin duda las de la Bruja Aburrida, que no se movió del tanatorio de Sancho de Ávila hasta el entierro. Hecha un mar de lágrimas y protegida por unas gafas oscuras, no quiso hacer declaraciones. “Sólo quiero estar con su familia, que es la mía”, dijo entre sollozos. El doctor Frankenstein, con el que les unía una estrecha relación tras haber coincidido en un episodio, remarcó su “extraordinaria generosidad y altruismo”. El lobo de caperucita dijo estar “doblemente dolido”, pues perdió a Caperucita Roja hace apenas dos años, cuando la halló muerta en su habitación de un hotel de Bogotá.
Por su parte, Tom Sawyer -con quien se les había visto en actitud cariñosa en unos urinarios- dijo que Ana “es la persona que he querido más en mi vida”. Con un aspecto descuidado y sin afeitar, alegó que no había tenido ni siquiera tiempo para ducharse, pero que ya no tiene ningún interés en ello. “Me duchaba para ella, por lo del olor, pero ahora ya no tiene sentido que vuelva a hacerlo”, confesó sin más.