La ciudad de Cornellà de Llobregat, en la provincia de Barcelona, ha sido declarada Lugar Desagradable de la Humanidad por la UNESCO. El Director General de la institución, Koichiro Matsuura, fue invitado personalmente por el alcalde de Cornellà, Antonio Balmón, con motivo de la presentación del nuevo estadio del RCD Espanyol. Matsuura tenía interés en ver el estadio donde a partir de ahora jugará su compatriota Shunsuke Nakamura. El Director General de la UNESCO aclaró que no tiene nada en contra del Espanyol, con el que está muy agradecido por las atenciones recibidas y por el buen trato de sus gentes y la delicadeza y buen hacer de sus directivos. “Es Cornellà, que es una mierda”, confesó.
Balmón se mostró sorprendido. “Durante su estancia allí tenía un rictus extraño, como de asco, pero yo pensaba que los japoneses eran así”, dijo, y añadió que “si lo sé no le invito a la tapa de chocos».
Durante su visita a la ciudad dormitorio, Matsuura tuvo ocasión de apreciar la arquitectura de la era franquista y las obras constantes en muchas calles, con las que se rumorea que alguien del Consistorio se está lucrando.
Sin embargo, no fue esto lo que pesó a la hora de puntuar. Para la declaración de Lugar Desagradable de la Humanidad, a la que Cornellà competía con Medellín, Las Vegas, Kosovo y los lavabos de un camping de Burdeos, se tuvieron en cuenta aspectos como el clima, el exagerado índice de natalidad, la fealdad general de su paisaje, el vestuario de sus habitantes y el garrulismo, “un concepto nuevo en la UNESCO que Cornellà ha aportado a la humanidad y por el que siempre le estaremos agradecidos”, afirmó Matsuura, quien añadió: “como japonés le deseo lo mejor a Nakamura, pobre tío”.