Al parecer, los etarras llevaban desde enero de 2007 pidiendo vídeos de la presentadora. Instituciones Penitenciarias alega que las cintas les fueron suministradas porque se consideró que eran un buen ejercicio de «rehabilitación y reconciliación con España y sus tradiciones». No se sospechó que los querían para aprenderse algunos de sus chistes e imitar sus gestos. Esta nueva estrategia de fuga por parte de la banda terrorista podría haber sido coordinada desde el «comando Vizcaya», pues durante su desarticulación en julio del año pasado se encontró bastante material gráfico sobre la humorista. La documentación fue descartada como relevante y se pensó que era una simple afición de «Txeroki», el entonces jefe militar de la banda.
«Probablemente escogieron a Paz Padilla porque es un personaje que ha calado muy hondo en el corazón de los españoles. Dado su campechanismo, es fácil confiar en ella. También lo han hecho porque en el ánimo de ETA siempre está la idea de hacer daño a España y socavar los cimientos de su cultura, de la que la humorista es una pieza muy representativa», explica el ministro Rubalcaba. «Por este motivo, la Guardia Civil tiene orden de abrir fuego contra cualquier persona que se parezca a Paz Padilla o que vaya explicando cualquiera de sus chistes».
Para no alarmar a la población, la actriz ha sido recluida en un cuartel de la Guardia Civil donde aprovecha para distraerse contando chistes de militares.