Un grupo de cobardes organizó ayer por la tarde en Bremen una tímida manifestación en la que se desplegaron varios folios con proclamas del tipo «Disculpen las molestias», «Será un momento» o «Si ya nos estamos yendo». Se desconoce la cantidad de manifestantes que se reunió en las calles de la ciudad alemana porque, cuando llegaron los medios y las autoridades policiales, ya no había nadie en la zona. «Pidieron tres veces la autorización, como disculpándose siempre, y nunca se atrevían a salir a la calle. Ahora por fin lo hicieron y, aunque no les viera nadie, supongo que quedaron satisfechos» dice un agente.
Se sospecha que la manifestación tenía por objetivo reivindicar los derechos de los cobardes en Alemania, sin que la incapacidad para mirar a los ojos de la gente o para gritar a un camarero para que traiga la cuenta se tomen como defectos. «De todos modos, si su manera de hacerse visibles de cara a la sociedad es ésta, lo mejor es que contraten a alguien para que se manifieste por ellos. De momento, sólo han reivindicado el derecho a hacer el ridículo delante de nadie», sostiene un valiente.