No es la primera vez que una ciudad española invierte dinero en zonas deshabitadas «por si viene alguien». Siendo Joan Clos alcalde de Barcelona, se instalaron en las zonas boscosas de la sierra de Collserola altavoces con hilo musical para tranquilizar a los jabalíes. La misma medida se adoptó en algunos bosques del País Vasco para calmar a los terroristas.
Más allá de iluminar las alcantarillas, Gallardón ha revelado que la idea es habilitar en un futuro áreas de descanso para roedores y visitantes ocasionales y quizá también zonas verdes. No se descarta tampoco alicatar las paredes y diseñar espectaculares fuentes de aguas residuales.