Todas las ilusiones de las últimas semanas se fueron ayer por el sumidero cuando el candidato noruego, Alexander Rybak, arrasó en el festival de Eurovisión con 387 puntos. Joan Laporta, presidente del Barça y principal partidario de llevar el equipo a Eurovisión, no pudo contener la emoción cuando vio que sus jugadores eran humillados ante la audiencia de toda Europa. Aunque la interpretación de “Barça, estic boig per tu” por parte del equipo fue muy aplaudida, el esfuerzo no bastó para imponerse en el certamen. «Estamos convencidos de lo que valemos y de lo que podemos hacer. Ahora queda pasar página y preparar mejor y con más ganas la final de Roma para, al menos, conseguir la Champions» concluyó Laporta, bajo cuyo mandato el club ha conquistado tres Ligas y una Copa de Europa en seis años. El presidente no ha querido pronunciarse ante quienes critican la decisión de cantar en catalán y aseguran que el localismo ha provocado la contundente derrota barcelonista.
Por ser la primera vez que un equipo de fútbol español llega a Eurovisión, muchos esperaban el apoyo de todos los aficionados de España. “Pero parece que los madridistas no han estado a la altura, me los imagino votando a Noruega y a todos los demás sólo para que no nos lleváramos el título. Pues muy bien, me parece estupendo que no quieran ver a un negro que canta catalán en Eurovisión” declaró un sarcástico Eto’o. La otra decepción de la noche fue la ausencia de José Luis Uribarri. El experto locutor del concurso musical dijo no estar a gusto apoyando a un equipo por el que “no sentía los colores”.