La alarma saltó ayer, cuando un internauta escribió en su blog que sintonizando en Madrid la frecuencia 102.4 se escuchaban «reflexiones muy raras sobre amores inconmensurables y universos confundentes». Finalmente, alguien pudo reconocer en estos extraños monólogos la voz de la cineasta Isabel Coixet, que ha exigido al gobierno que haga algo al respecto. «No sé si es intencionado o no, no entiendo nada, pero mi intimidad está en juego» declaró Coixet al tiempo que podía oírse en la radio «pero qué puta mierda es esta».
Al ser consultado por este periódico, el divulgador Iker Jiménez ha explicado que «ciertas psiques muy intensas, de gran alcance, pueden producir ese efecto dado que las ondas hertzianas nos traspasan a todos. Coixet es la candidata ideal para este tipo de fenómenos y, si no lo ve como una forma genial de expresar su interioridad sin necesidad de recurrir al arte, yo lo que le recomiendo es que se encierre en un sótano o que use mucho el metro, donde la radio no la alcanzará. Puede que incluso allí encuentre inspiración para alguna película».
Cientos de fans de la directora han sintonizado la «emisora Coixet» y, aparte de acceder a datos personales suyos, se han enterado de que, muy probablemente, su próxima película se titulará «Mis palabras sin mí» y el argumento girará alrededor de un marionetista homosexual que pierde a todas sus marionetas en un incendio pero sigue ofreciendo espectáculos que, en vez de muñecos, muestran los sentimientos tal y como son. Aunque Coixet no confirma ninguno de los rumores que circulan a raíz de lo que se ha escuchado en la radio, ha manifestado a través de su pensamiento que «rociaría a todos esos fans de mierda con ácido y cuando localice al que está detrás de todo esto le voy a crujir».
