Las semillas ya tienen compradores en todos los rincones de la Península. «Hay que tener en cuenta que es en Galicia donde se dan las condiciones necesarias para que el árbol crezca fuerte y sano. Es una pena que aquí en Cataluña no tengamos el clima perfecto, pero es lo que hay». Albert Margarit ha comprado una casa en Orense y en su jardín ha plantado tres «árboles blaugrana», a los que dedica gran parte de su tiempo. Los curiosos vienen a rendir culto al curioso especímen y a sus frutos textiles, que cuestan doscientos euros. «Sé que no son más que bufandas, pero el proceso de cultivo es carísimo y hay que amortizar gastos» argumenta Margarit.
El presidente del Barcelona, Joan Laporta, se ha mostrado interesado en el hallazgo del biólogo y plantea posibles vías de comercialización. Otros clubes españoles y europeos también han pedido que se desarrollen árboles de otros equipos, pero el biólogo hace un llamamiento a la calma: «primero hay que ver cuánto dura el árbol y en qué medida ayuda al equipo y a la afición. El primer club es el Barça y el resto tendrá que esperar».