«Me he sentido delgado toda mi vida» -dice mientras toma asiento aguantando el resuello- «igual que otros hombres saben que, en el fondo, son mujeres. Y se sienten como tales, actúan como tales. Dentro de mí, si es capaz de ver más allá de la grasa y las tetillas, y más allá de la papada y de los michelines… me verá tal y como soy, un hombre delgado, de unos sesenta kilos, alto y espigado. Un hombre delgado que llora.»
El camarero de este mesón leonés que el mismo Rogelio ha escogido nos trae las viandas. «¿Cree que disfruto con toda esta comida? No lo disfruto en absoluto. He nacido con el cuerpo de un hombre gordo, ¿y qué? Alguien tiene que hacer algo, en la Seguridad Social no me escuchan… La tecnología está ahí, pero hay mucho prejuicio», dice entre lágrimas mientras arranca el último jamón del cochinillo. Come rápido pero sin ganas, satisfaciendo una mera necesidad fisiológica. «Ir al gimnasio, hacer dieta… eso sería rendirse, la gente no entiende mi verdadero problema».
Rogelio Antón, cansado del desdén de la Administración, es el fundador de la Plataforma Transgordo, una organización que trata de asociar a personas que se sienten como él con la intención de hacer algo de ruido mediático. «Conocí a un tipo por internet a quien le pasaba algo similar, se sentía pelirrojo pero parecía rubio. Es una situación muy injusta, muy injusta y muy dolorosa.» Le intento animar recordándole que a todo el mundo le gustan los gorditos, Santa Claus, Hitchcock… «Yo no le gusto a nadie, eso lo prueba todo. Lo prueba todo. Soy un hombre delgado de los pies a la cabeza pero me siento traicionado por la naturaleza y la sociedad. Sólo pido que me escuchen. Mi cuerpo es una cárcel, pero todo el mundo parece más preocupado por Guantánamo». Mientras tanto, el delgado que hay dentro de Rogelio sigue llorando.
Mesón Pereira
– Pimientos del piquillo con brandada de bacalao: 13.
– Sopa de la abuela: 15.
– Tres codillos con guarnición: 53.
– Tortilla de jamón: 12.
– Riñoncitos al jerez: 10.
– Cochinillo a la segoviana: 43.
– Surtido de croquetitas: 12.
– Perdiz rellena: 16.
– Pan: 1,50.
– Trece yogures: 31.
Total: 206,50 euros.