Los jefes de Gobierno y los ministros de Finanzas de los países europeos del G20 se han reunido en Berlín para coordinar acciones de cara a la cumbre del grupo que tendrá lugar en abril. «Hay gente a la que no le gusta la cerveza, así que intentaremos que haya un poco de todo. Que todo el mundo lleve algo de casa, pero que sean cosas distintas. La cooperación internacional para supervisar este tipo de preparativos es clave y no podemos dejarla de lado como en otras ocasiones» adelantaba Angela Merkel, anfitriona del encuentro, antes de reunirse con el resto de líderes. «Estamos trabajando colaborativamente entre todos los países para establecer estrategias de acción. En el G20 de Washington, el pasado noviembre, el ministro de finanzas francés y yo llevábamos trajes y corbatas muy parecidos. Gracias a los acuerdos que hemos alcanzado hoy, no volverán a repetirse este tipo de situaciones incómodas» ha informado José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente español, además, ha sugerido la posibilidad de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) se encargue de recoger el dinero para otros aspectos de logística, más allá de lo que cada uno ponga de su parte. «Y lo que sobre, lo guardamos para la próxima, es necesario confiar en la imparcialidad del Fondo Monetario».
Europa recupera la confianza en el «amigo invisible»
Muchos analistas creen que en la reunión se habrá hablado de la posibilidad de recuperar el «amigo invisible», que hasta hace cuatro años servía para crear lazos de amistad entre los miembros del G20. «Cuando estaba Bush lo del amigo invisible era un problema porque nadie quería hacerle regalos y además él siempre regalaba sombreros tejanos y se rompía el misterio, así que dejamos de hacerlo. Pero creo que lo retomaremos porque con Obama hemos recuperado la ilusión» comentaba Sarkozy el jueves pasado. No obstante, como es natural, al finalizar el acto no se ha informado a la prensa en torno a este tema para no estropear el efecto sorpresa.
En el comunicado final del encuentro se dice explícitamente que «se han establecido las bases para la mejora de la cumbre del G20, demostrándose además que Angela Merkel es la anfitriona ideal porque, con su afable sonrisa y su saber estar, nos ha conquistado a todos». Se espera, pues, que la cumbre del próximo 2 de abril discurra sin incidentes e imprevistos.
