Presentándolo como un café «de crema ausente en el que predominan las notas de amargura para que, con cada sorbo, cierres los ojos y tomes conciencia de cómo tu ambición se ha ido apagando entre las paredes de pladur de la oficina», Nespresso ha anunciado esta mañana su nuevo café «Malissimo», un nuevo blend que pretende convertirse en el «nuevo estándar» en lo que a cafés malos de oficina se refiere.
Según la marca, es un café ideal para tomarlo en la máquina de la oficina «pero también para experimentar en casa, con la comodidad del hogar, la máxima intensidad de tu rutina laboral».
Excepcionalmente malo y aguado, el nuevo Malissimo es un café de una intensidad fuera de lo común que, según se ha explicado a los periodistas, «sale de tu cuerpo con bastante más facilidad que entra».
Este nuevo «grand cru» se elabora extrayendo a mano con paciencia los posos de café de las cápsulas que los clientes de Nespresso llevan a las tiendas para ser recicladas.
Posteriormente, aunque eso ya tiene lugar en las nuevas máquinas de un metro y medio de alto que Nespresso empezará a comercializar, se las somete a un delicado «proceso de erogación».
«Ya lo tomes a la luz de un fluorescente que parpadea o de un monitor con un fondo de pantalla predeterminado, podrás experimentar todo el arte del café Malissimo de Nespresso en combinaciones: solo, corto, café con leche, cortado, capuccino… Quince esmeradas tipologías que vienen exactamente del mismo sitio pero que están pensadas para que puedas pasar dos minutos delante de la máquina mirando los botones con las opciones como quien ve alejarse sus sueños en el horizonte», reza la nota de prensa enviada a los medios.
La máquina sirve cada café en tazas de papel muy ligeras, específicamente diseñadas para que se vuelquen con facilidad sobre el teclado «y puedas experimentar cada detalle de tu vida laboral también en casa».
