Al levantarse esta mañana, Álvaro Garrigosa Mayoral, natural de Logroño, ha alcanzado la edad en la que ya nunca volverá a cambiar de opinión. Dará igual lo que se le diga o lo que vea, Álvaro ya nunca volverá a dar su brazo a torcer. “Son muchos años ya, las he visto de todos los colores”, explica a los reporteros desplazados a su vivienda.
Todas las opiniones diferentes a las suyas están equivocadas y Álvaro se ha levantado más consciente de eso que nunca. “La gente está fatal, antes era todo mejor”, se sincera con cierta melancolía. A Álvaro ya nunca se le podrá convencer de nada y cualquier cambio social le parecerá un disparate e incluso una amenaza. Todo ello desde esta misma mañana, pues ayer todavía tenía una edad en la que podía dudar de las cosas.
Álvaro considera que ya sabe todo lo que hay que saber, que ha alcanzado el conocimiento supremo y que ya nunca tendrá que aprender nada más. “A mí ya no me engaña nadie”, asegura. “Yo sé lo que es la vida, que ya llevo aquí muchos años”, insiste ante los periodistas. Lo último que aprendió fue que el Gobierno está secando todos los pantanos a propósito gracias a un meme que recibió por Whatsapp y ya no aprenderá nada nuevo.
Además de no volver a cambiar de opinión nunca más, Álvaro se esforzará para que esta nueva realidad sea evidente para todo el mundo. “Tengo 47 tacos, a mí ya nadie me va a decir qué es la vida, y menos cuatro niñatos mimados de estos que hay ahora”, ha concluido.
