Esta mañana, durante el trayecto del Ave entre Madrid y Barcelona, decenas de usuarios de Renfe no han podido disimular su alegría al ver a Melendi en el vagón del silencio. “Varios de ellos llegaron a llorar al comprobar que el cantante asturiano estaba sentado debajo del cartel que prohíbe hacer ruido”, asegura Ana Trujillo, revisora y testigo de los hechos.
“Nunca me he sentido tan seguro en mi vida”, se sincera el pasajero que iba justo al lado del cantante. “Era como ver a un asesino esposado”, celebra.
Muchos viajeros desearon que el tiempo se detuviera para siempre. “Nunca habíamos visto tanta tristeza por llegar a la estación de destino”, afirma el maquinista. “Es una pena que Melendi se dedique a cantar con lo bien que le queda la boca cerrada”, apunta una mujer que iba sentada enfrente.
Tras varias horas de calma, los pasajeros del vagón empezaron a mostrarse preocupados al comprobar que el cantante aprovechaba el trayecto para tomar notas en una libreta, por lo que ahora se sospecha que ha sacado partido del silencio escribiendo nuevas canciones.