Andrés Bijsterveld Muñoz no ha cabido en su asombro cuando, esta mañana, ha conseguido salir de su casa con una chaqueta de entretiempo como única prenda de abrigo. “Pensaba que jamás podría usarla”, ha dicho emocionado.
Asegura que cuando se ha levantado y ha mirado por la ventana, ha podido apreciar un clima un tanto ventoso pero también sol, “así que me he atrevido, he dicho, qué demonios, hagamos una locura” y ha procedido a sacar de su armario la chaqueta de entretiempo que adquirió en 2007.
“No hace frío, pero tampoco calor”, sigue relatando, extrañado. “Es una chaqueta pero es fina, soy consciente de que es arriesgado pero siempre he sido una persona a la que le gusta la adrenalina”.
Los bruscos cambios de temperatura que se producen en esta época del año no parecen amedrentar a Andrés Bijsterveld. “Me dijeron que estaba loco”, prosigue, asegurando haber recibido miradas indiscretas de los transeúntes que se lo cruzaban, “pero cuando un niño me ha dicho que soy su héroe me he dado cuenta de que vale la pena luchar por lo que crees”.
Al cierre de esta edición, fuentes aseguran que Andrés ha tenido que volver a su casa a última hora de la tarde para coger un plumas.
