A primera hora de esta mañana, la seguridad del aeropuerto de Vigo ha detenido a tres catalanes que pretendían llevarse agua de la lluvia a Barcelona. Los detenidos portaban el agua escondida en varias maletas y también algunas gotas en los genitales y en el ano, amén de algunos centilitros escondidos bajo la lengua y ocultos entre la saliva.
Un perro entrenado para detectar H2O detectó a los sospechosos en la cola de embarque al avión y enseguida varios agentes de la Guardia Civil, al grito de «agua, agua», los apresaron y los llevaron a una sala en la que se les incautaron las bolsitas con el líquido.
Según datos de la benemérita, decenas de camellos viajan cada año a Galicia para recolectar agua de la lluvia y llevarla ilegalmente a Cataluña. “Una vez en Cataluña, mezclan el agua con otros líquidos y consiguen sacarle un enorme beneficio económico”, explican desde la Guardia Civil. “El litro de agua en las calles de Barcelona ya se está pagando a 60 euros”, añaden.
Los tres detenidos pertenecen a la mayor red de hidrotráfico de Europa. En Galicia preocupa que al problema del narcotráfico se le una ahora también el del tráfico ilegal de agua. “Como el agua siga escaseando en España, tendremos que enfrentarnos a una lucha entre clanes para hacerse con su control”, lamentan las autoridades gallegas.
Varios agentes todavía recuerdan con tristeza y amargura cuando, hace años, incautaron un importante alijo de morriña que un grupo organizado intentaba sacar de Galicia para vendérselo a gallegos que viven en el extranjero.
