Un sofisticado diseño negro de terciopelo con escote joya de Teresa Helbig de la reina Letizia ha sorprendido al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) esta misma mañana y ha obligado a desalojar el palacio de La Zarzuela. Una llamada de la redacción de El Mundo avisaba al Ministerio del Interior sobre el atuendo arriesgado de doña Letizia, pero los servicios secretos estaban ya en marcha. En estos momentos, los responsables del suplemento Yo Dona prefieren preservar el anonimato de sus fuentes.
A las 11:45, se activaba el plan de emergencia del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y se procedía a aislar a la reina Letizia para evaluar los riesgos del vestido en cuestión, procediendo al desalojo de la residencia de Sus Majestades. Al mediodía, tras filtrarse el asunto a la prensa, cundía el pánico y el presidente en funciones, Pedro Sánchez, se veía obligado a comparecer de urgencia. «Se trata de un riesgo bajo o moderado, según nos informan los expertos. Estamos lejos de un Aaaargh», aseguraba, aunque la noticia había saltado ya a la prensa internacional y se hablaba de «descontrol» y de «monarquía en jaque».
A primera hora de la tarde, Interior informaba de que la situación estaba «totalmente controlada» y descartaba que hubiera habido réplicas. «El departamento de Estrategia de Estilo de la Policía Nacional, en colaboración con los trendsetters de la Guardia Civil, ha contribuido a minimizar la exposición de doña Letizia hasta finalizar con éxito la evaluación de riesgos», señalaba un portavoz del ministerio.
La oposición no ha tardado en exigir explicaciones al CNI, que deberá justificar por qué no actuó antes después del «susto sin precedentes» que se vivió con un vestido bicolor de Mango que la reina lució en marzo del año pasado en la 30ª reunión del Consejo del Real Patronato sobre discapacidad.
