Cansados de vivir rodeados de suciedad, los monstruos de debajo de las camas han exigido a la ciudadanía que retire las pelusas al menos una vez al mes. “Y, por favor, basta ya de meter todo tipo de porquería debajo de la cama, que hay seres que vivimos ahí”, protestan en referencia a los calcetines sucios, pelotas de fútbol, esterillas y todo tipo de objetos olvidados que acumulan polvo.
Los monstruos insisten en que la parte de debajo de la cama no es un trastero. Algunos denuncian que, desde que residen debajo de la cama, nunca han visto pasar una aspiradora o fregona. “Estas no son condiciones para vivir”, alertan.
Respecto a las pelusas, los monstruos se quejan de que algunas adoptan forma de monstruo y dan mucho miedo. “¿Cómo voy a asustar a alguien si yo soy el primer asustado?”, se pregunta un monstruo que lleva años sin salir de debajo de la cama por miedo a las personas que acumulan tanta basura. “Ni me imagino qué clase de monstruos son capaces de vivir rodeados de tanta porquería”, reflexiona.
Los monstruos de debajo de la cama no son los únicos que viven un calvario debido a la suciedad de las personas: los monstruos de los armarios también han denunciado sus condiciones inhumanas y han llegado a amenazar con mudarse a otro sitio. “O se tira toda la ropa que no se usa y se empiezan a lavar las prendas después de cada uso o nos vamos”, dicen.
