Tras la manifestación del pasado domingo, organizada por el Partido Popular, en la que miles de personas protestaron por una posible amnistía a los políticos catalanes, el Gobierno ha querido tranquilizar a gran parte de la población y ha recordado que, en caso de que una ‘ley de amnistía’ salga adelante, eso tampoco significa mucho porque la ‘ley rider’ y la ‘ley del alquiler’ se aprobaron en su momento y tampoco se están cumpliendo. “Glovo y las agencias inmobiliarias siguen haciendo lo que quieren con esas leyes aprobadas, ¿por qué iba a ser distinto con una posible ‘ley de amnistía’? Calma, calma”, dijo ayer Pedro Sánchez en un acto en referencia a las negociaciones para garantizarse el apoyo de Junts y ERC.
“Cuando gobernamos, unos creen que va a romperse España y otros creen que vamos a salvar España… ¿Y saben lo que sucede? Nada”, dijo Sánchez recordando que “el PSOE es el PSOE y todo el mundo sabe qué significan esas siglas”.
“Las leyes las usamos durante los primeros días, luego ya… ¿Cuántos diputados van a seguir hablando en catalán, gallego o vasco de aquí a seis meses? Pues ninguno”, zanjó el presidente.
Desde el partido socialista, algunas fuentes admiten que la ‘ley de amnistía’ es controvertida, pero prefieren sacarla adelante y garantizar la investidura de Sánchez porque “solo Dios sabe qué otras leyes que no se cumplirán y no servirán para nada podremos poner en marcha si reeditamos el gobierno de coalición”.
El PSOE pide calma, pues, a la oposición, y admite que, aunque la ‘ley de amnistía’ probablemente vaya a ser una realidad, si levanta muchas ampollas no se descarta encargar a la actual ministra de Igualdad, Irene Montero, que sea ella quien amnistíe a Puigdemont para que haya algún error jurídico y finalmente acabe en la cárcel.