Santiago Abascal concede a OK Today una concienzuda y durísima entrevista exclusiva tras las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo y ante las próximas elecciones generales del 23 de julio. Los resultados de los comicios municipales afianzaron a Vox, que ha crecido significativamente a nivel municipal en prácticamente todo el país, y han convertido a este partido de centro-derecha en una formación clave para la gobernabilidad de España, en el caso de que el Partido Popular, de centro-izquierda, gane las elecciones.
Gracias por atendernos.
Gracias a vosotros por entrevistarme, en serio. A mí esto de las entrevistas me viene muy bien, porque no me sacan en todos los medios. En El Mundo Today no me han querido entrevistar, por ejemplo.
Bueno, pero para eso está OK Today. Somos los mismos, ¿eh? Pertenece al mismo grupo empresarial, pero no queremos renunciar a tener una cuota fascista. Los chavales jóvenes leen EMT y sus padres leen OK Today, con la misma suscripción.
Yo a la suscripción la llamo «paguita», jaja.
Jaja.
Jaja.
Jaja.
[El periodista y el entrevistado lloran de risa, se atragantan a causa de las carcajadas y se dan palmadas en la espalda durante dos minutos.]
Gracias por atendernos, de verdad. Estamos entrevistando a todos los candidatos electorales y no está siendo fácil. Feijóo se nos resiste.
¿Quieres un Feijóo? Te consigo uno. Dame quince minutos y te traigo un Feijóo. Se le está haciendo larga la campaña, pero a nosotros no. En Vox siempre atendemos a los medios. Piensa que, si no llega a ser por algunos programas de televisión donde nos han echado un cable, yo no sería nada. Nada. No habría fascismo en España sin ellos y les tengo que agradecer desde aquí la oportunidad que nos han dado en Telecinco, en Atresmedia… En todas partes.
Ahora mismo hay fascistas en casi cada tertulia.
Sí, y es muy importante que esto sea así. Es necesario que en todos los medios se establezcan cuotas para dar espacio a fascistas. La representación es muy importante, mucho. Imagínate ser un pequeño niño fascista y, de repente, ver a un fascista adulto en la tele, al que se le trata con respeto, como a uno más… Esos niños lo ven y dicen «mira, uno como yo, y está en la tele…». Es importante que esté Vox en el Congreso porque da esperanzas a mucha gente. Hay muchos subnormales que nos ven a nosotros y piensan “sí, yo también puedo llegar lejos”. Hay que permitir soñar a la gente. Por eso creo que la representación y la política de cuotas es tan importante. O protagonizando películas, ojo.
Como Torrente.
O cualquiera de Santiago Segura. ¿Para cuándo una sirenita fascista? En cambio, no es así. Primero nos preocupamos de que haya una sirenita negra, con perdón. O gay. Los fascistas necesitamos estar representados en las películas y en las series. Con el programa de Iker Jiménez no basta.
La diversidad parece que solo apunta hacia un lado.
La letra T de LGTB es de toro. Y no hay toros en el Orgullo. Pues oiga…
Esta semana, el mundo de la cultura…
De la cultura o de la incultura, porque, jaja.
Jaja.
Jaja.
[El periodista y el entrevistado lloran de risa y golpean la mesa con la palma de la mano abierta durante quince minutos.]
Ay, qué risa. Decía que, esta semana, el mundo de la cultura ha denunciado algunos casos de censura ejercida por instituciones presididas por Vox y PP.
Yo solo digo que, si hay niños viendo la película Buzz Lightyear, se sentirán confusos porque querrán hacerse todos astronautas y eso no es bueno para España, porque no necesitamos astronautas. ¿Cuántas supernovas, nebulosas y geodas espaciales hay en España? Habrá dos o tres, como mucho. Y están todas en el desierto de los Monegros. Los niños hacen lo que ven y no pueden ver películas con malos ejemplos. Eso no es censurar.
No, claro, es educar. Si es que está clarísimo.
Sobre la censura, ¿es realmente peor cancelar obras de teatro, censurar escenas subidas de tono y obras con presencia de personajes LGTB… que dejar comentarios muy hirientes en Twitter a un cómico que ha hecho un comentario racistilla? Yo creo que no.
Se acusa a su partido de no ser contundente contra la violencia machista, pero eso es falso, ¿verdad? Disculpe que le haga preguntas tan agresivas, pero…
Sí, eso es falso. No somos un partido machista.
“Somos el partido que más de cerca conoce la violencia machista. La conocemos muy, muy de cerca.”
De hecho, son ustedes los más contundentes contra la violencia machista, ¿no?
Sí, sí. Los que más. Es que somos el partido que conoce la violencia machista más de cerca. Aunque nosotros no la llamamos “violencia machista”, la llamamos “violencia” a secas y a veces ni eso. Mire, fíjese en el líder de la manada…
Se refiere a Pedro Sánchez, ¿no?
Sí, porque es el líder de la manada de ministras.
Oh, buenísimo, jaja. Muy buen mote.
Jaja.
Jaja.
[El periodista y el entrevistado vuelven a reír a mandíbula batiente, Abascal se atraganta con un pistacho y el periodista se ve obligado a hacerle la maniobra de Hitler para que no se ahogue; luego vuelven a reírse durante un buen rato, unos veinte minutos aproximadamente.]
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¿Se le ocurrió a usted lo de llamarle así?
Sí, se me ocurrió a mí lo de llamarle «el líder de la manada». Fíjese que es Pedro Sánchez el que ha rebajado la pena a dos millones de violadores y ha dejado libres a un millón. O sea, no es un mote gratuito, está muy bien pensado. También es una manera de decir “Pedro Sánchez es peor que un violador» o incluso que el violador, el auténtico líder de la manada no era tan, tan malo como se ha hecho ver. Hay dos lecturas, es un mote con muchas capas.
¿Es correcta la cifra? Disculpe que le pregunte, porque suena muy alta y mi trabajo es cerciorarme de que no haya inexactitudes que seguro que no son producto de la mala fe.
Sí, es correcta, muchos violadores han salido a la calle por culpa de la Ley del solo sí es sí. Lo sé porque muchos de ellos son de Vox y los conozco personalmente. Usted pregunte, no se preocupe. Yo entiendo que los periodistas tienen que hacer su trabajo. Jaja.
Un abrazo, coño.
[El periodista y el entrevistado se dan un abrazo dándose fuertes golpes en la espalda, pero procurando que sus penes no se rocen porque no son gays.]
O sea que para nada son machistas en su partido, como dicen algunas voces críticas.
¿Cómo va a ser machista mi partido si aquello que nos gusta violar, insultar y denigrar son, precisamente, mujeres? Por favor.
¿Qué busca Vox al decir que no existe la violencia de género?
Votos. Nos daría mucha pena que hubiera un montón de hombres que maltratan a las mujeres y decidieran no votarnos. Queremos que toda esa escoria humana se sienta bien y nos vote.
Claro, es que no se puede ir insultando y haciendo sentir como machistas a los machistas.
Es contraproducente. Hay hombres que se sienten muy perseguidos solo por el hecho de ser violadores o maltratadores o, directamente, criminales. Las leyes de Pedro Sánchez hacen que auténticos criminales se sientan criminales, y eso no puede ser. Pero déjeme hacerle una pregunta…
Adelante, si es usted el invitado, digo el entrevistado.
Si tan efectivo es el Ministerio de Igualdad, ¿cómo es que alguien como yo está en el Congreso? Ah, ah. Ahí te he pillado, Irene Monperro. ¡La presencia de Vox en el Congreso evidencia que el Ministerio de Igualdad no está siendo efectivo, Irene Monperro!
¡Eso, eso, Irene Monperro, jajaja!
[El periodista y el entrevistado lanzan improperios a Irene Montero mirando a la cámara del fotógrafo, creyendo que es una cámara de televisión, durante veinticinco minutos. Luego se tranquilizan y se fuman un puro y abren una botella de coñac.]
Muchos critican que los alcaldes de Vox se estén subiendo el sueldo. ¿Qué tiene que decir ante esas críticas? Aunque, si no quiere, no hace falta comentarlo… Ponemos estas preguntas para que luego no digan que esta entrevista es puro peloteo.
No, aquí luz y taquígrafos: los alcaldes de Vox se han subido el sueldo porque los gustos refinados de la derecha son más refinados, punto. ¿Cómo viste la izquierda? Con harapos, de cualquier manera. En cambio, la derecha… En Vox tenemos un lema: a cada cual según sus necesidades.
Hablemos de los impuestos. Disculpe que le haga una entrevista tan agresiva…
Nada, nada, pregunte. Los impuestos vamos a bajarlos, punto.
Ah, pues genial. Pues pregunta contestada.
Los bajaremos, pero no hasta el punto de que los alcaldes de Vox que se han subido el sueldo no puedan cobrar… Tampoco estamos locos. Bajaremos lo que se pueda. Probablemente se lo bajemos a la gente que más impuestos paga y ya está. Ayudaremos a esos que están más perseguidos fiscalmente. En Vox tenemos un lema: siempre con los desfavorecidos (fiscales).
“Luz y taquígrafos: los alcaldes de Vox se suben el sueldo porque tienen gustos más refinados, punto.”
Vamos, y discúlpeme, con otra pregunta peliaguda: ¿qué le pareció que Pedro Sánchez exhumara a Francisco Franco?
Me pareció muy mal. No porque sea franquista, que ahí no entro, sino porque me aterra pensar en la posibilidad de que a mí, en el futuro, me exhume algún político “progre” porque no le ha gustado lo que he hecho durante los cincuenta años que pretendo ser presidente de España le pese a quien le pese.
¿Por qué retiran la bandera LGTBI de los Ayuntamientos en los que ustedes gobiernan o tienen pactos de Gobierno? Disculpe que le haga preguntas así tan directas.
Es una bandera ideológica que defiende unos ideales que no representan a todos los homosexuales, muchos de los cuales prefieren la bandera española. Es pura ideología.
¿Y en qué consiste dicha ideología LGTBI?
A ver, nosotros decimos que hay ideología LGTBI porque así podemos decir que la ideología es peligrosa, porque a la gente le molestaría que dijéramos que hay que eliminar a la gente LGTBI. Por tanto, lo que decimos es que hay que eliminar a la ideología.
Entiendo. Muy astuto.
No decimos que vamos contra las personas, sino contra la ideología.
Pero no existe ideología LGTB. No hay un corpus ideológico detrás.
No, claro. No hay un corpus de pensamiento detrás, no hay nada. Se lo diré más claro: no existe la ideología LGTBI. Lo que existen son los mariquitas y los travestis y cosas de esas raras, pero los españoles son en general buenas personas y tienen empatía con estas personas. Así que, si dijéramos «queremos eliminar o invisibilizar a los mariquitas” les parecería mal porque todos son amigos o hermanos de alguno. Así que lo que decimos es que lo que nos molesta es la ideología de género, y eso no les parece tan mal porque a los españoles les asusta todo lo que huele a ideología y a meterse en política.
Con el feminismo es la misma estrategia, ¿no?
Exacto. En vez de decir que somos un partido machista que busca subyugar a la mujer y devolverla a sus roles tradicionales, lo que decimos es que vamos contra el feminismo. Tú no puedes salir a un mitin y decir «vamos contra la mujer», decimos «vamos contra el feminismo». Son estrategias… jaja. Así que decimos que la bandera que representa a los gays es la española, que es como no decir nada.
¿Entonces, para la celebración del Orgullo, esa es la que deberían usar? ¿La bandera española?
Exacto.
¿Y cómo deberían ser esos festejos?
Pues me los imagino con la bandera de España y con unas ropas menos indecentes que las que suelen llevar. Me imagino… Pienso en voz alta, ¿eh? Pienso en un traje ceñido, de color verde, que marque mucho los genitales. Y con escote, con mucho escote. Y, entonces, los homosexuales desfilarían con mucho ademán, moviendo los brazos con mucho aspaviento y luciendo músculo. Y quizá podría haber una cabra también y, quizá, de hecho, el día del Orgullo podría ser el 12 de Octubre. Así es como me imagino yo las fiestas del Orgullo gay.
¿Y podrían llamarse, por ejemplo, desfile del Día de la Hispanidad?
Oh, gran idea. Y que no digan que son gays, que solo digan «Viva España» y «soy el novio de la muerte». Y que, de hecho, si alguien es gay, se le detenga y se le mate.
“A mí nadie va a cortarme el pito y con eso está todo dicho.”
Vamos con el tema trans, con perdón. Ya me disculpará por sacar temas tan desagradables, pero es mi trabajo.
Fíjese usted que, con la Ley trans, se permitiría la entrada de hombres que se sienten mujeres en los baños de mujeres y ahí esos hombres podrían, qué sé yo, enseñar el pito a las mujeres. Aunque tampoco sé si un hombre que se siente mujer querría enseñar el pito a una mujer, ¿no? O quizá sí, no lo sé. Lo que ocurre con este tema es que me confunde y, por tanto, es mejor prohibirlo todo y ya está. En Vox tenemos un lema: las cosas, sencillas.
Sí, mucho mejor. Pero también habría mujeres que se sentirían hombres y por tanto serían hombres, ¿no?
A mí no va a venir nadie a cortarme el pito, si eso es lo que busca la Ley trans. Punto.
¿Otro chupito? Le pongo y usted dirá…
Sí, sí. Dale, dale.
[El entrevistado espera a que el periodista llene la copa hasta arriba y, de hecho, el alcohol empiece a rezumar por los lados, mojando toda la mesa.]
Así está bien.
Inmigración. Es un tema complejo, ¿qué medidas propone Vox en su programa para este tema?
Yo lo que digo es que no podemos permitir que vengan de fuera a sustituirnos… El otro día, por ejemplo, fui a darle un beso a mis hijos, ¿y sabe qué había? Un señor magrebí en su cama, haciéndose pasar por ellos. ¡Nos están sustituyendo uno a uno!
¡Uno a uno! Lo que usted diga. De hecho, yo hay veces que me pregunto, ¿y si me han sustituido ya? ¿Y si resulta que yo no soy yo, sino un tal Hai Cheng, o un tal Mohammed o un tal Wilson…?
El principal problema que tenemos con los latinos es que tienen apellidos españoles, y eso es un lío porque recibes un currículum y no sabes si son españoles-españoles, no sé si me explico.
Sí, sí, se explica. Pero volviendo a las medidas sobre este tema…
Yo solo digo que de Hitler solo se han dicho las cosas malas. Era, por ejemplo, una persona muy puntual. Y me gusta decirlo cada vez que hablan mal de él: era muy puntual.
¿Vox es un partido racista? ¿Es usted racista?
Sí. A ver… sí. Yo soy racista, pero…
Uy, ya estamos con el pero.
O sea, soy racista, por descontado… pero hay veces que, no sé, tienes trazas de empatía. O sea, yo intento ser racista en mi día a día, pero hay veces que me comporto, sin querer, de forma empática.
Ya, es cultural.
Claro, claro, es cultural, por educación. Tú creces y te relacionas con otros humanos y no eres racista de forma natural, digamos. Así que, aunque intentes ser racista, a veces no puedes evitar ver en el otro a un semejante.
Claro, claro.
Lo importante es ser consciente de ello y aprender, revisarse y esforzarse. Yo me he revisado y me he quitado de encima un montón de comportamientos no racistas que tenía y ahora soy mucho más racista que antes. Lo importante es escuchar, aprender, leer las lecturas adecuadas…
¿Cómo valora los resultados del pasado 28M? Vox salió muy afianzado.
Pues te puedes imaginar… Para mí es agridulce. Por un lado son muy buenos resultados y no puedes evitar alegrarte, pero por otro…
Por otro siguen siendo unas elecciones democráticas, ¿no?
Claro, para nosotros es agridulce. Preferiríamos entrar en las instituciones de otra manera, francamente. Tenemos otra forma de hacer las cosas. Mira, a mí me gustaría entrar a caballo, mi sueño es ese.
