Tras entrevistar a Dani Alves para darle la oportunidad de demostrar su inocencia y de «perdonar» a la «presunta» víctima, la periodista Ana Rosa Quintana ha preguntado esta mañana a su equipo si sería posible, «quizá mediante algún tipo de experimento ignominioso», resucitar al dictador y genocida Adolf Hitler para entrevistarlo también en el programa, según han informado fuentes cercanas a la redacción de El Programa de Ana Rosa. «Desafiad las leyes científicas, naturales y morales, pero el programa y la ciudadanía necesitan escuchar esa entrevista», ha pedido la comunicadora.
Algunos colaboradores le habrían dicho a la presentadora y directora del espacio, según las fuentes, que resultaría incómodo o excesivo entrevistar a Adolf Hitler, dado que fue un genocida. «Presunto, presunto», habría replicado Quintana, recordando que Hitler nunca fue juzgado y que, por tanto, «por ética» no se puede dar su culpabilidad por hecha.
«No podemos conformarnos con prácticamente exculpar a un presunto violador, tenemos que ir más allá porque el periodismo es así y una exclusiva como la de Hitler es un bombazo», habría dicho Quintana a sus colaboradores, exigiéndoles recuperar a Hitler usando «la controvertida pero respetable ciencia de la nigromancia».
Desde el programa consideran que la sociedad española debe tener la oportunidad de escuchar a Hitler explicarse sobre la Solución Final «porque no puede ser que todo sea tan, tan malo», así como los planes que tenía el Tercer Reich para Europa y el planeta Tierra en su totalidad.
Quintana espera poder entrevistar al infame dirigente en las próximas semanas, aunque por ahora los intentos para resucitarlo desde el laboratorio que hay en el sótano de la redacción no están dando sus frutos. «Por ahora, nuestros científicos solo han conseguido reproducir una especie de trozo de carne con bigotito que no se puede enseñar a la audiencia», explican las fuentes del programa.
El «protohitler» se muestra «muy tranquilo y con muchas ganas de contar muchas cosas» y habla con «naturalidad», mostrándose «muy cercano y muy sereno».
Ana Rosa habría adelantado que, de salir bien el experimento, Hitler podría quedarse como colaborador del programa, siempre y cuando no le hiciera sombra a ella.
