Los ignorantes tienen que inventar cuentos chinos para explicar lo que no entienden. No se les puede culpar en el caso de Isabel Díaz Ayuso, un auténtico «fenómeno» que bien podría tildar de «paranormal» el iletrado vulgo.
La progredumbre no se explica que la presidenta machaque retóricamente a los moscones sextarios que, micro en mano, la asaltan ahora sí, ahora también, esperando que caiga en sus trampas. Como eso no ocurre, ahora resulta que tiene un «pinganillo» en la oreja, claro que sí. ¿Alguien lo ha visto? Por supuesto que no, pero es mejor creer en bufonadas que aceptar la realidad.
¿Qué van a inventarse para explicar la mayoría absoluta de los comicios que están cada vez más cerca? ¿El pirindolo? Veremos…
