La presencia de millones de peces flotando sin vida y con heridas de bala en los océanos Atlántico y Pacífico ha permitido a un grupo de biólogos concluir que el pez espada ha evolucionado a pez pistola. Los científicos llevan años temiendo este momento y, viendo los cadáveres de los peces en la superficie del mar, parece que ha llegado.
“El simpático pez espada es historia, en muy poco tiempo todos serán sustituidos por temibles peces pistola debido a la selección natural”, advierte Fernando Villalobos, especialista en fauna marina. Además de los peces con herida de bala, se han oído disparos en las profundidades marinas. “Pescarlos será más difícil que nunca y los pescadores tendrán que adquirir licencias de armas para enfrentarse a ellos en igualdad de condiciones, involucrándose en mortíferos tiroteos”, augura Villalobos.
La aparición del pez pistola también podría acarrear la extinción de los peces bala. “Los peces pistola ingieren a los peces bala y después los disparan, de manera que en cada disparo mueren dos peces, el que se ha disparado y el que se ha usado como bala”, explica Fernando Villalobos. “Ahora mismo, el mar parece el Salvaje Oeste, no recomendamos a nadie que baje ahí”, aconseja. El ambiente está tan tenso que casi la totalidad de la fauna marina se ha refugiado en las profundidades, a excepción de los peces payaso, que han decidido tomárselo con humor.
El precio del pez pistola, debido a sus fechorías, se ha incrementado un 74% y ahora hay personas que pagarían hasta veinte mil dólares por capturarlos vivos o muertos. También preocupa que este pez siga evolucionando y acabe llegando a pez bomba nuclear, algo que podría destruir toda la vida en el planeta.
