Emilio Tucci Cabrales, el empresario textil español, ha montado en cólera al descubrir que llevamos años escribiendo mal su nombre. Mientras regresaba a Madrid de un viaje de negocios la semana pasada, Emilio vio un anuncio en un cartel de la estación de Atocha en el que se leía mal su nombre, y tras llevar a cabo unas comprobaciones, descubrió que desde 1975, año de la fundación de la empresa, la gente ha estado escribiendo el nombre de manera incorrecta.
Al darse cuenta de que en las etiquetas de sus trajes también se ha imprimido el nombre mal escrito, Emilio ha movilizado a su equipo para que pida a todos los clientes que devuelvan la ropa para poner el nombre bien. “En casi 50 años que llevo en esta compañía, nunca había caído en que mi nombre estaba escrito con la letra de en lugar de la ele”, lamenta Emilio. “Siento que llevo toda la vida viviendo una farsa”, añade.
A primera hora de esta tarde, el empresario ha exigido que se corrija la errata en todos los centros de El Corte Inglés y se ha negado a vender ni un traje más hasta que se subsane el error. “La falta de respeto hacia mi persona es intolerable”, protesta. El empresario está tan afectado que se está planteando cerrar la empresa. “¿Qué clase de nombre es Emidio? ¿Qué puta broma es esta?”, pregunta con indignación.
Viendo la reacción de Emilio, ahora la industria textil española teme que Amancio Ortega descubra que su tienda, Sara, lleva toda la vida escribiéndose con zeta y se enfade todavía más.
