Los precios en el mercado inmobiliario siguen subiendo. Esta semana se ha sabido que los pisos con cuenta propia de Netflix se han disparado a los 2000 euros mensuales. Los propietarios han añadido esta prestación de lujo sabiendo que muchos inquilinos están dispuestos a pagar lo que sea para poder seguir viendo las series y películas de la plataforma en la cuenta de otro.
Los pisos sin cuenta propia de Netflix están mucho más baratos, pero los inquilinos se niegan a alquilarlos porque consideran que en ellos no se puede vivir. “Vi un piso con muchas ventanas, pero el paisaje era siempre el mismo, en cambio con Netflix puedo elegir entre decenas de programas”, explica un joven que se ha mudado a un cuchitril con Netflix por el que paga 2100 euros mensuales.
“En cuanto la gente entra a ver un piso, lo primero que hacen es ir al salón, encender la tele y comprobar si hay Netflix”, explica Pancho Chamarral, dueño de la inmobiliaria Don Pisón.
Desde la compañía estadounidense lanzan una alerta para todos los inquilinos: “Si uno está viendo una serie, los demás habitantes del piso deben encerrarse en sus habitaciones y mantenerse totalmente al margen de la emisión”, avisan.
