Los profesionales de la sanidad y la escuela pública salen hoy a las calles, en la primera de dos jornadas de huelga y, tras solo unas horas en casa y sin tener acceso al «adoctrinamiento básico, universal y gratuito» al que tienen derecho todos los niños catalanes, miles de menores de la comunidad ya se han pintado una bandera de España en la cara y están coreando «Jo sóc, espanyooool, espanyooool, espanyooool», según han alertado muchísimos padres en las redes sociales.
«Mi hija ya ha olvidado el catalán casi por completo y está recitando artículos de la Constitución Española, no la reconozco», se queja Teresa Ripoll, de Barcelona, que no sabe de dónde ha sacado su hija la enorme bandera española con la que lleva toda la mañana jugando ni cómo se ha aprendido la Carta Magna.
Muchos padres han recurrido a TV3 para compensar la carencia de pensamiento radical independentista, pero admiten que la televisión catalana, por sí sola, no puede adoctrinar a un niño «sin el complemento indispensable de un profesorado integrista y lleno de odio por todo lo español».
«Son las 12 de la mañana y mi hija lleva desde ayer sin insultar al hijo de un Guardia Civil, que básicamente es para lo que la llevamos al colegio. ¿Ahora qué hacemos? Se le va a olvidar todo lo que ha aprendido en clase y quizá hay que llevarla a repaso», explica Ripoll con preocupación.
Muchos padres, al ver a sus hijos hablando castellano, han llamado a una ambulancia para hospitalizarlos de inmediato, pero la huelga de médicos catalanes les ha dejado completamente desamparados.
