El bar de Madrid El Piyayo, ubicado en el bario de Las Letras, ha logrado hacerse famoso con una original propuesta de ocio que lo distingue de todos los otros bares de la ciudad: organiza noches de micro-cerrado durante las que ningún cómico puede subir al escenario. «El funcionamiento es muy sencillo: la gente viene y está en el bar sin tener que escuchar a nadie, el micrófono está apagado», explica Josele, el dueño del local, que se decidió a poner en marcha esta iniciativa al ver que había pocos bares madrileños que no optaran por la comedia.
«¿Qué suena por los altavoces? Música o incluso nada», aclara a la prensa.
Así, el micrófono de El Piyayo está apagado para todo el mundo, todo el que quiera no contar chistes, leer poesía o simplemente no ser el centro de atención, puede no subirse al escenario.
«Al principio es raro, porque vienes aquí y esperas que, como en todos los bares, haya una persona de 35 años en el escenario explicando que tiene ansiedad o que sus citas de Tinder son horribles…», comenta María López, una clienta que espera que más bares copien la no oferta cultural de El Piyayo.
«Sí, nos ha gustado, repetiremos, es raro pero original porque, en vez de escuchar a alguien hablar de sus cosas, puedes hablar tú de las tuyas con tus amigos», explica otro cliente.
El Piyayo, tras arriesgar con sus noches de micro-cerrado (que por ahora son los jueves y viernes, pero no se descarta ampliar al resto de noches, dado el éxito) va a probar a inaugurar, durante tres meses, una exposición en la que no habrá ningún cuadro horrible colgado en sus paredes.
