Ante la imposibilidad de regalar cosas realmente guays como móviles, videoconsolas o tablets, millones de personas de todo el planeta se verán obligadas este año a obsequiar a sus seres queridos con objetos personales que representen lazos afectivos profundos, según un estudio de mercado publicado hoy. «Iba a regalarle un móvil a mi esposa pero ahora voy a tener que analizar su psique, asomarme a su alma, para encontrar un objeto único que responda a su carácter y a su personalidad», explica Manel Besore, de Glasgow, que dice estar aterrado ante la enorme tarea que tiene por delante.
Así, millones de personas se verán forzadas a investigar los anhelos y miedos profundos de sus allegados, investigación que debería dar como resultado el «regalo perfecto» que representa lo que esa persona significa para cada uno de nosotros. «A mi pareja lo que le gusta es el móvil porque es lo que mira todo el día pero si tengo que ir más allá de eso e irme a gustos más profundos… estoy completamente perdida», admite Isabel Bonaire, de Madrid.
«Nunca pensé que llegaría el momento de tener que preguntarme quién es realmente mi mujer o qué tipo de personas son mis hijos… En casa lo hemos hablado y quizá anulamos las navidades hasta que vuelva a haber chips», admite Bonaire. Según dice, no descarta dar dinero.
La escasez de productos electrónicos también va a obligar a muchas parejas a educar a sus hijos ellas mismas, ante la ausencia de iPads.
A última hora, diversos medios han informado de que España puede quedarse sin ron, whisky, ginebra y vodka durante semanas por el colapso en el transporte y el Brexit, lo que obligará a muchas parejas a conocerse sobrias por primera vez.
