Diciendo que se huele “algo muy feo”, Galleto, un perro detective, ha estado investigando durante 20 minutos una caca de la calle, ha ordenado acordonar la zona, ha hecho fotografías y ha guardado las heces en una bolsa de plástico para que sea archivada como “prueba número 567”, según ha podido saber la prensa. “Mierda, mierda… esto es una pista, hay que guardarlo…”, ha dicho el perro muy alarmado.
“Todavía no consigo ver el mapa al completo pero hay muchísimas cacas, orines y otras pistas. Tarde o temprano llegaré al fondo del asunto”, ha dicho el agente Galleto para sí mismo mientras merodeaba por la “escena del crimen” y se comía un donut que ha encontrado en el suelo.
Junto a varios palos, una piedra, un trapo y una zapatilla rota, este perro detective ha enviado ya más de 500 cacas a comisaría con la esperanza de que sean analizadas por los perritos forenses del laboratorio.
Al cierre de la edición, fuentes cercanas han informado de que Galleto está en plena persecución intentando atrapar a un niño en patinete que le ha parecido sospechoso y que… ¡y ahora está persiguiendo a un coche rojo! ¡Y ahora a una paloma! ¿Es que no hay nadie limpio en esta maldita ciudad? ¿Es que todo el mundo está en el ajo? ¡¡OH, NO!! ¡¡AGENTE HERIDO, AGENTE HERIDO!! ¡¡GALLETO ESTÁ EN EL SUELO PANZA ARRIBA!! ¡¡LE HAN DISPARADO!! ¡¡Nooooooooooooo!! ¡¡Rápido, refuerzos!! ¡Yo te vengaré, Galleto! Uf, nada, nada. Falsa alarma, solo pide mimos en la barrigota.
