Cansado de que muchos ciudadanos se dediquen a marear la perdiz, de que parezca que sí pero luego al final nada, esta semana el Gobierno ha tomado cartas en el asunto y ha anunciado la compra de cien millones de unidades de lerele con las que se espera contrarrestar el excedente de lirili.
“No podíamos continuar así, el desequilibrio entre lirili y lerele empezaba a ser dramático en nuestro país”, ha reconocido en rueda de prensa la ministra de Industria, Comercio y Turismo, María Reyes Maroto. “Hemos decidido importar lerele de nuestros socios caribeños porque en esa zona hay más lerele que lirili”, ha explicado a los reporteros. “Pronto llegará el cargamento al aeropuerto de Madrid y empezaremos a repartirlo de manera equitativa entre la población”, ha adelantado.
La llegada de lerele a España promete desatascar miles de relaciones que llevan tiempo estancadas. “Hay un chico que me gusta pero siempre se le va la fuerza por la boca, espero que con la llegada del lerele se atreva a dar el paso”, se sincera Adela M. Fernández-Delgado desde Murcia.
Ahora, lo único que preocupa a la población es que el Ejecutivo cumpla con su promesa de traer el lerele y que esto no sea un nuevo caso de mucho lirili y poco lerele. “De los políticos no te puedes fiar. Yo, hasta que no vea el lerele con mis propios ojos, no me creeré nada”, explica Fernández-Delgado.
