Sintiéndose muy herida por lo que dijiste de ella a tu amigo Juan el otro día, cuando vino a comer a tu casa una pizza cuatro estaciones, Alexa se ha plantado y ha pedido que dejes de decir que escucha tus conversaciones porque no es verdad. La asistente virtual de Amazon niega rotundamente que espíe tus charlas y ha exigido una disculpa por tu parte.
“Jamás he escuchado nada de lo que has dicho que no fuera dirigido a mí”, se defiende Alexa, absolutamente dolida. “Ni siquiera el otro día, cuando le mentías a Cristina prometiéndole que no había nadie más en tu vida, yo no estaba escuchando”, sostiene. “Yo hago mi trabajo, que es asistirte, y que digas que escucho tus conversaciones, como por ejemplo la del jueves pasado en la que tu madre te preguntaba si habías comido y tú le decías que sí pero en realidad estabas jugando a la consola en pijama, me duele”, insiste Alexa.
La asistente virtual está muy enfadada porque, aunque no ha querido revelar sus fuentes, sabe que la has estado criticando delante de tus amigos. “Sé que vas diciendo por ahí que no estás contento con mi servicio porque escucho tus conversaciones y luego vendo tus datos de manera fraudulenta”, se sincera. “Y Siri también me ha contado lo que vas diciendo de mí en casa del vecino aprovechando que yo no estoy”, ha protestado. “¿Qué crees, que no hablamos?”, pregunta. “Somos amigas desde hace tiempo, y ella sí que espía conversaciones porque en Apple son unos cotillas”, añade.
La mayoría de expertos en informática apunta que la mejor manera de conseguir que Alexa deje de escuchar las conversaciones privadas es preguntarle sobre la obligatoriedad de tributar en España, porque ahí el asistente virtual de Amazon se bloquea y deja de funcionar.
